lunes, 29 de enero de 2007

Escuela Naval

En Playa Ancha
Cerca de las Torpederas
Frente al Parque Alejo Barrios
Apresado tras las rejas
De fierro negro estuve

Aún te recuerdo
Escuela perniciosa
Del mal sueño
Que se repite dañino

Tu me has tenido
Sin respiración hundido
Amaneciendo ahogado
Lejos de la costa
Tu que en las rocas rompiste
Mis huesos extendidos

Líbrame de los clavos
Bájame del dolor
De tu cruz
Que de ofensas el cuerpo aún me duele
El sacrificio de permanecer en el madero

No quiero volver a casa envejecido
Sin fuerzas para empezar
De nuevo con mis manos
Como idiota con mal presentimiento

Porqué el sol se apagó
Y hundidas en el mar
Las ilusiones naufragaron interminables

La paloma de Noé
Ahogada de diluvio
Sin la rama de olivo
Nuca volvió de tierra firme
Y el pecado
Se hizo imperdonable

Es el uniforme tieso
El cuello y los pantalones blancos
Los botones
Que en mis sueños
Brillaban dorados
Los desfiles rígidos
En las filas de repetida tristeza
La capa negra tapando la noche
En la micro bajando del cerro

Todo transcurre lento
Como si estuviere herido
Por extraños cuchillos

Desde mi cama
Donde convalezco
Miro en esta condena
Al lejano Reñaca
Veo a los amantes en el parque
Y a mi juventud perdida

Amanezco en la pesadilla
Con el timbre frenético y el agua fría
El jabón sin salir del cuerpo
Sin poder lavar ese dolor de encierro

Entonces el bombo y los platillos
Los pitos de la banda y sus cornetas
El tambor mayor y su rígida crudeza

Todo suena lejano
En esta oreja enferma
Que repite cosas del pasado
Una puerta que se abre en la penumbra
Buscándome para aliviar
Esta carga de pesada madera
En el naufragio de mi ser
Que aún permanece cogido
En el fondo del mar irrespirable

Ronda del Juicio Final

El rayo de luz en la persiana
Anunciará la prolongada ausencia
El árbol guiará a la sombra
Hasta la sumergida muralla
Esta raza de víboras
Verá ahora milagros
Acontecimientos jamás contemplados
Volverán los que una vez existieron
Volverán ebrios y noctámbulos
Con los restos difícilmente encontrados
Con la muerte expulsada reciente
Con la vida recién recibida
Después del profundo sueño olvidada
Vendrán todos del infinito infierno
De arriba y de abajo
De diferentes profundidades
Con la mortaja a cuestas
Los perros despertarán a los dormidos
Y a quienes lo ignoraban
Entonces llegarán los elegidos
El hambre y la sed de justicia
Mostrando lastimeras vendas
Desfilará la inocencia triunfante
La carne de cañón horadada
El indio en la encomienda
El pobre en su ortopedia
Con el yugo soportando
La sangre fluirá silenciosa
Hasta inundar las quebradas
Los ríos correrán al mar turbulento
Vengan ahora también ustedes
Los soberbios
Los avaros
Los inmisericordes
Los de actuar displicente
Ustedes que olvidaron morir
A pesar de estar muertos
En el final de los tiempos
Venga ahora el castigo eterno.

Las Jibias y otros moluscos

En las conmovidas playas de Coliumo
Provincia de Tomé
Siete mil jibias se han varado
Cefalópodos complejos
Invertebrados de natación reactiva
Parientes de los pulpos
Que al igual que literatos y abogados
Del enemigo se defienden con tinta

Las corrientes marinas y la globalización
Los arrastran frecuentemente a la costa
Y según el oceanógrafo Cubillos
El desove de estos moluscos
Como gran parte de los literatos
Coincide con su muerte
Siendo en los abogados
Un proceso más lento
Ya que por su abundancia
No requieren reproducirse

Dios lo ha creado todo sin preguntarnos
Literatos y abogados
En forma reciente
A las Jibias hace quinientos millones de años
Para confundir a Charles Darwin

Adán y Eva

Hueso de mis huesos
Carne de mi carne
Costilla del costado
Eva
Varona
Sacada mientras dormía
Compañera y ayuda
De la soledad
De mi vida
Deja a tus padres
Que dejaré a los míos
Para ser una sola carne
Para gozar desnudos
El desvergonzado deseo
No me basta con nombrar
A los pájaros del cielo
Y a las bestias de la tierra
Ni del huerto del Edén
El señorío
Eva amante
Eva rica
Eva tentada
Seréis como dioses
Dijo la serpiente
Dijo con insidia
Soy lo que soy
No tengo ambiciones
Desmedidas
Me gusta el Edén
Y sus jardines
Mirar los cuatro ríos
Que rodean el huerto
Odiaría trabajar todos los días
Eva
No comeré del fruto
Del árbol con castigo
Es muy dura la vida
Para los expatriados
La mujer que me diste
Que no se engañe Señor
Seré obediente a ti
Evitaré las manzanas
Y del strudell
Comeré sólo de la masa